martes, 20 de septiembre de 2011

Las implacables ansias.

Que pasaria si un dia despues de una larga y sudorosa mañana llegas a casa con terribles ansias de alimentarte a base de salchichas. Para templar los nervios y las inplacables ganas de comer, abres la nevera y sacas un buen paquete de estas. Enciendes el fuego para cocinarla, pero lo pones al maximo para producir asi una aceleracion en la preparacion del alargado alimento. De echo, pones el fuego a tal nivel que la salchicha con solo tocar el hirviente aceite se conbustiona en el instante. Aunque ya no tiene la buena pinta por la que se ha caracterizado para ti hasta ese momento, un rugido estomacal te recuerda que deverias comertela ahora que ya esta "cocinada". La pones en un plato, coges unos cubiertos y comienzas lo que, mas que ser una comida, cada segundo que pasa se convierte mas en una lucha por ver quien aguanta mas. La salchicha o el cocinero?
Tú, ya sabes la respuesta ee Lutis. Jajajajaja.
Evidentemente, la salchicha que antes era y el carbon que es ahora terminan por ganar la encarnizada batalla.
Una pena para la hambrienta cocinera, que tendra que esperar a que la vida le traiga mas salchichas que cocinar, o destrozar por las ansias, a su nevera.
De los errores se aprende, aunque nisiquiera los hallas cometido en ciertos casos todabia. Pero tampoco me hagas mucho caso, que yo solo digo lo que dicen ellos.
Sabes que te quiero verdad, cocinera? ;)

lunes, 19 de septiembre de 2011

Veinticuatro.

Acabar la carrera, tener una buena moto con la que llevarte a todas partes, un pisito compartido con amigos cerca del centro, pequeño y luminoso.
Y por fin, ser libre, hacer lo que me salga de las pelotas y correr a mil por hora por la Castellana con tu pecho en mi espalda. Hacer planes de futuro juntos y llamar a agencias de viajes para reservar los billetes de un avion que nos lleve de vacaciones a donde el surf sea el deporte local y no halla mucho mas que arena, sol y palmeras. Coger olas por la mañana, follar toda la tarde, sudar como cabrones y amanecer con mas grados de los necesarios.
Mas tarde, volver a Madrid, y seguir flipando.


Dicen que de ilusiones vive el hombre, y esto que acabas de leer de momento no es mas que eso que dicen que nos mantiene vivos. Pero como ya te he dicho muchas veces, solo necesito tiempo. Confia en mi, que te prometo que hacerlo, a parte de bonito, es una apuesta segura.

domingo, 18 de septiembre de 2011

En este caso, una imagen acojona mas que mil palabras.

Definitavamente voy a dejar de fumar, paso de que me salga ese bigote.

Las buenos vendran con ella.

Amanecer con un edredon de dos killos sobre nosotros mientras las plumas notan nuestros roces bajo ellas y nuestra respiración impactando en el blanco del abrigo. En el ventanal de la pequeña habitacion golpean pequeñas gotas de lluvia constante que nos abisan de que el dia va a comenzar. ¿Qué mejor forma de hacerlo que con tu calor en el otro extremo de la almuada?
Bollos, nesquik, zumo, besos y tus pies frios encontrando mi pierna por debajo de la mesa en la que desayunamos los dos.
- ¿Quieres más zumo?- Te pregunto.
- La verdad es que aqui en el cielo lo unico que asimilo bien son tus labios.- Me contestas con una sonrrisa.

Lastima que los sueños tambien tengan final y lastima que lo primero que me venga a la cabeza dia tras dia al despertar sean los 271 dias que me quedan para poder hacer realidad el reciente sueño. De momento, solo tengo un edredon con unas plumas artas de escuchar canciones que soliamos compartir y los roces de mis manos en las sabanas buscando un cuerpo que se ha ido. Unas gotas de lluvia que me recuerdan que, aunque pierda la fe en todo, los segundos y con ellos los minutos y con ellos las horas y con ellos los dias siguen pasando, unos detras de otros, agotando el tiempo que me queda esperandote. Es una pena que el unico calor que note en el extremo contrario de la almuada sea el que dejo mi cabeza segundos despues de volver a cambiar de postura.
No se me ocurre mejor forma de comenzar el dia que acordandome de uno de tus pies o de tus labios tarareando la cancion que suena como despertador. Doscientos setenta y uno, solo 271 dias mas y los bollos que saben a gloria, el nesquik que se desliza por mi garganta seca por culpa de los besos que me robaste la noche anterior y el zumo que me recuerda que todabia puedo hacer que tus pies se despegen del suelo volveran a formar parte de algo que para nosotros sera mucho mas que un desayuno, ya que simplemente sera el comienzo de otro nuevo dia a tu lado, que nos brindara la posibilidad de volver a compartir todo lo que ha estado cogiendo polvo durante nuestra distancia.

Te quiero mucho pequeña, espero que los buenos dias vengan contigo.
Sobra decir que soy tuyo.